jueves, 27 de abril de 2017

El hombre discreto

Un infeliz, que de hambre se moría,
exclamó cierto día,
viendo un bloque de mármol de Carrara:
-¡Gran Dios, si yo lograra
esculpir esta piedra, comería!-
Y picando, picando,
con el afán de un loco,
de aquí y de allá quitando,
pulverizó la piedra poco a poco.

Bueno es el trabajar. Yo no me meto
si a jornal o a destajo.
Pero el hombre discreto
debe siempre hacer útil su trabajo.

- Luis de la Guardia.

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