martes, 13 de enero de 2015
... y de repente...
... me llega por mail una foto de muy baja definición, que el desconocido remitente mexicano asegura que es de Carmen Brufau en los años cincuenta, en Acapulco...
... y nada más...
No tengo manera ni de enterrar ni de resucitar a mis espías. Se han convertido en fantasmas con los que me paso el día imaginando hipótesis improbables.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tracios, iberos y partos
I Cada vez que me encuentro con piezas ibéricas relevantes, como el sábado en el Museo de Albacete, le envío imágenes de las mismas a mi ami...
No hay comentarios:
Publicar un comentario