domingo, 30 de septiembre de 2012

Henry Schnautz llora mirando a la Mujer Dormida

Cuando Henry Schnautz, un veterano militante del trotskista Socialist Workers Party, se enteró del fallido atentado contra Trotsky protagonizado por Siqueiros, lo primero que pensó es que los guardaespaldas de Trotsky no debían ser muy buenos, ya que ninguno de ellos fue capaz de responder al fuego de los asaltantes. No sospechaba que éstos habían contado con la colaboración decisiva de Sheldom Harte en el interior de la casa. Así que escribió a la oficina de Nueva York del Socialist Workers Party ofreciéndose como guardaespaldas del "Viejo", aduciendo su condición de magnífico tirador. Como no obtuvo respuesta, comunicó al partido su decisión irrevocable de irse directamente a México. Ante los hechos consumados, el abogado Albert Goldman, líder trostkista de Chicago y editor de The New International, le envió una carta en la que le decía; “Querido camarada, me he comunicado con la gente de la ciudad de México y les he dicho que llegarás de aquí a seis u ocho semanas. Lo mejor que puedes hacer es ponerte en contacto contacto conmigo o con alguien de la oficina nacional una semana o dos antes de tu llegada a la ciudad de México. Entonces podremos enviarte una carta de presentación”. La persona que pasó esta carta a máquina fue Silvia Caldwell.

El nombre de pila de Silvia Caldwell era Sylvia Callen Franklin. Había militado en el Partido Comunista norteamericano y era una ferviente estalinista. Louis Budenz la reclutó en 1937 para trabajar en operaciones especiales, pasando a depender del agente soviético Gregory Rabinowitz, a las órdenes del cual logró infiltrarse en las filas del Socialist Workers Party, donde pronto llegó a ser secretaria de James Cannon, su principal dirigente. Tenía, por lo tanto, libre acceso a toda la documentación del SWP.

Es decir: los agentes soviéticos de México conocían al dedillo cada movimiento de Schnautz y no sería de extrañar que lo estuvieran esperando cuando llegó al Distrito Federal, el 1 de julio de 1940. Se hospedó en el Hotel Danky. El 12 de julio comenzó su servicio como guardaespaldas de Trotsky por decisión personal de este último.

En su diario, Schnautz se entretiene comentando los pequeños detalles de sus guardias nocturnas y gracias a ello nos enteramos de la insaciable voracidad  de los mosquitos mexicanos durante la estación lluviosa, de que los agujeros de las balas del asalto de Siqueiros aún no han sido completamente reparados, de la música de un piano lejano que interpreta “Oh Jonny”, de que quizás llueva antes de medianoche, del ruido de los conejos en sus jaulas en el patio interior de la casa, de las estrellas titilantes, del sonido de la ligera fuga de agua de la cisterna del váter, del ladrido de un perro, que despierta inmediatamente una competición de ladridos entre los perros del barrio, de las campanas que dan la hora, del silbato de un policía, del retorno súbito de una calma absoluta y provisional, de las sombras enormes de los eucaliptos en la orilla del río Churubusco, que cortan la vista del Norte y del Oeste, de los mosquitos, de nuevo, del agua que sigue escapándose de la cisterna, del rocío que comienza a brillar sobre los cables del tendido eléctrico, de las luces de los coches que transitan por la carretera de Cuernavaca, al Sur, de la línea tenue del perfil de las montañas, el Popo y la Mujer Dormida (es decir, el Popocatepelt y la Ixtacuihatl), de los dedos entumecidos por el frío en la larga noche mexicana, de alguien va al baño, de los policías que se detienen en la puerta para ver si hay alguna novedad, de los gallos de la amanecida, etc, etc.

El 10 de agosto fue sábado. Schnautz describe la transición del sol poniente hacia el ocaso y las diferentes tonalidades que van tiñendo el Popo en su declive. Al cerrarse la noche comienza a caer una ligera lluvia. Al cabo de diez minutos se convierte en un auténtico chaparrón, que, al alejarse, deja las calles llenas de charcos. La oscuridad es casi completa. Sólo está rota por los relámpagos que alumbran la lejanía. 

La siguiente entrada no tiene fecha. Posiblemente fuera escrita el 21 del mismo mes. El atentado mortal contra Trotsky fue la noche anterior. Schnauts sigue haciendo su guardia nocturna. Al ponerse a escribir habla de la belleza del cielo y de las nubes que se acumulan en las cimas de las montañas. Añade que el Popo y la Mujer Dormida son para él una inspiración constante. Hace a continuación un comentario sobre las ramas caídas de los eucaliptos y añade esta confesión: “Las lágrimas corrían por mis mejillas”. Después describe el césped próximo y las lejanas luces de la ciudad.

sábado, 29 de septiembre de 2012

D'Ors entra en la Barcelona franquista

A todo esto en San Sebastián y en todas las colonias de refugiados catalanes reinaba una excitación desmedida. Los bulos y las noticias eran desorbitados -yo siempre he sospechado en nuestra idiosincrasia un cierto andalucismo-; la histeria, general.
En pocos días, todo el mundo adoptó un cierto aire de cazador tartarinesco, que es el atuendo -psíquico y físico- que el catalán adopta cuando se dispone a emprender cualquier cosa poco corriente o que él considere aventurada.
(...)
Mi admirado Eugenio d'Ors -humorista siempre- se enfundó en un colosal (aunque no demasiado reglamentario) uniforme falangista y se abrochó... ¡unos leguis!; pero no unos leguis cualquiera, sino unos aparatos de pomposa pantorrilla de cuero, que eran exactamente iguales a los que mi abuelo compró para el chófer que condujo nuestro primer coche en 1919. Su extraño atuendo le valió, poco después, el que don Pablo Font de Rubinat le desconociera, y al requerirle don Eugenio, le contestó el célebre bibliófilo:
- Perdóneme usted que no le haya reconocido, pero como va vestido de bombero...

José María Fontana, Los catalanes en la guerra de España

D'Ors desempeñó el cargo de Director General de Bellas Artes de la España franquista. En condición de tal le gustaba viajar en un coche norteamericano enorme, pero viejo, que se estropeaba continuamente y él mismo se diseñaba uniformes un tanto churriguerescos. Jacint Reventós recuerda en Dos infants i la guerra una visita de d'Ors a su familia, que residía temporalmente en Salamanca. Se presentó con su coche y un "imponente uniforme de un color verdoso y lucía sobre el pecho unas enormes flores de lis". Remataba todo con una boina roja de un tamaño descomunal.

D'Ors solía decir que si bien le gustaban los uniformes, lo que de verdad le entusiasmaba eran los multiformes.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Lenin en Bolivia

En plena segunda guerra mundial Grigulevich, el agente soviético que participó en el asesinato de Andreu Nin, en el primer atentado a Trotsky y en mil fechorías más, aseguró a sus superiores que por 65.666 dólares Bolivia podía convertirse en una república soviética. Estando en Uruguay se había enterado de que había aparecido un líder indígena revolucionario, llamado Lenin, que se consideraba en condiciones de proclamar el Estado Soviético de Bolivia. Todo lo que necesitaba para tener éxito eran esos miserables 65.666 dólares. A Grigulevich le sorprendió, claro, lo afinado de la cantidad, así que le preguntó a Lenin las razones que tenía para ello. Éste sacó un papel arrugado y comenzó a hacerle las cuentas elementales de la revolución: Tanto para el soborno del jefe del arsenal; tanto para el del jefe de correos; tanto para el jefe de la estación, etc, etc. Era un plan perfecto, pero en lugar de armas usaba dólares. 

Sin embargo, estando las cosas tan claras, en Moscú quisieron regatear el precio de una revolución sin sangre y sólo se mostraron dispuestos a entregarle a Lenin 60 mil dolares. Pero Lenin, que tenía las cuentas bien hechas, dijo que sin los 5.666 dolares que faltaban, no había nada que hacer.

Y nada se hizo. 
Y, ya puestos, digamos alguna cosa del "encantador" Grigulevich. Sin dejar de ser agente soviético, consiguió, en plena guerra fría, ser el embajador de Costa Rica en Italia y en la Santa Sede. Evidentemente el gobierno de Costa Rica era completamente ignorante de por dónde iban las fidelidades de su embajador.  Él,  "muy caballerosamente", sólo puso una condición para aceptar el puesto: ejercerlo sin cobrar nada, porque con el honor del nombramiento ya se daba por bien pagado. Se hizo muy amigo del primer ministro italiano De Gasperi, del embajador norteamericano en Roma y, dados sus probados conocimientos de teología, en la curia era recibido con los brazos abiertos. Tanto es así que por sus servicios ante la Santa Sede se le concedió la Orden de la Cruz de Malta. En la Sexta Asamblea General de la ONU intervino como representante de Costa Rica y lo hizo criticando de tal manera la política exterior de la URSS que el ministro soviético de asuntos exteriores lo trató de “adulador de los americanos”. Estaba a punto de culminar una misión que su posición le hacía asequible, la de matar a Tito, cuando va y el que se muere es Stalin.

Tito, por cierto, fue el comunista yugoslavo que en el París, en 1936, le consiguió a Grigulevich el pasaporte falso con el que pudo entrar a España.

La ciudad más flamenca de España

"Lamentaría indignar a algunos de los que me lean; pero he de decirlo pese al riesgo: Barcelona era, cuantitativamente -y lo es hoy mucho más-, la ciudad más flamenca de España y Ultramar. Comprendo el dolor que ello producía a los ilustres señores de la Fundación Bernat Metge, y me imaginó la indignación que causará esta tesis a mis amigos del Sacromonte o a los flamencos ful de Villa Rosa. Pero la taberna de Juanito 'El Dorado' y otras docenas de templos del distrito quinto eran el Vaticano del cante y baile flamencos, y allí afluían los 'artistas' más genuinos de la tierra de María Santísima"
José María Fontana, Los catalanes en la guerra de España

jueves, 27 de septiembre de 2012

El "Proyecto Gnomo"


Eitingon consiguió, en 1941, que Beria aprobase un plan para sacar a Ramón Mercader de la cárcel mexicana en la que purgaba el asesinato de Trotsky. El plan recibió el nombre en clave de Operación Gnomo. Fue un fracaso. De tan elaborado resultó un fiasco monumental. La fría y automática maquinaria soviética no logró coordinarse ni con la capacidad mexicana para el desorden ni con la pasión hispana por las zancadillas.

Al poco tiempo de ponerse en marcha, el FBI comenzó a captar mensajes cifrados relacionados con la operación. En los laboratorios de la agencia se puso de manifiesto que había un numeroso grupo de personas en los Estados Unidos y en México implicados en el proyecto de liberar al que entonces se conocía como Frank Jacson. 

Tras conseguir introducir en la cárcel como preso a un cómplice y contar con la colaboración del personal médico de la institución, todo está a punto para la liberación de Mercader. Pero entonces llegó a México, echa un basilisco, Caridad Mercader, protestando porque no se estaba haciendo nada eficaz para liberar a su hijo. Fueron sus presiones y la indiscreción generalizada las que hicieron fracasar todo el proyecto.

Entre los implicados en el Proyecto Gnomo se encontraban varios brigadistas de la Lincoln, como Jakob Epstein, además de Lombardo Toledano (líder sindical mexicano), Pavel Panteleevich Klarin (segundo secretario de la embajada soviética en México) y, lo que es más soprendente, algunas de las más relevantes figuras del Partido Comunista de España en ese momento. Véase la lista:

  • Francisco Antón: tiene un papel preeminente y recibe instrucciones directamente de Eitingon, lo cual significa que Pasionaria estaba perfectamente al tanto de cuanto estaba ocurriendo.
  • Francisco Uribe y José Antonio Mije: máximos dirigentes del PCE en el exilio americano.
  • Jesús Hernández: candidato a sustituir a José Díaz en la secretaría general del PCE. En un mensaje de México a Moscú del 6 de abril de 1944 se cataloga a Mije y a Hernández de “políticos de poca monta y ambiciosos trepadores”, en otro mensaje de Moscú a México del 17 de marzo de 1944 se reconoce que hay tensiones entre Uribe y Mije, por una parte, y Hernández por otra. Los dos primeros se han dirigido a Eitingon con sus quejas. Desde Moscú, probablemente el mismísimo Beria prohíbe a Uribe y a Mije inmiscuirse en los asuntos de Hernández y, lo que resulta más curioso, se prohíbe a este último encontrarse con AMOR, nombre en clave tras el cual se oculta Margarita Nelken, hemos de incluir por lo tanto también a esta última entre los agentes implicados en la trama Gnomo).
  • Caridad Mercader,

Y dirigiéndolo todo, Leonid Alexandrevich Eitingon.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El "Proyecto Nietzsche"

Ya está bien encarrilado. Esta tarde hemos decidido bastantes cosas y todo comienza a tomar forma y sentido.


Abraham y Esther Tena Manrique son, créanme ustedes, dos fenomenales pianistas con los que me estoy entendiendo a las mil maravillas. Están trabajando muy en serio dando vida a las partituras.


Entre los tres montaremos algo así como un concierto-conferencia sobre el lenguaje de la música en Nietzsche, de 90 minutos de duración, en el que se interpretará a cuatro manos este programa:

Palestrina, Requiem
Nietzsche, Monodie à deux
Schumann, Impromptu
Abraham Tena, Diálogo con Nietzsche
Schumann, Manfred
Nietzsche, Manfred

Entre pieza y pieza haremos algún comentario sobre la filosofía musical de Nietzsche que, además de dar sentido a la presencia de Palestrina y Schumann en el programa, ha de servir para resalzar el protagonismo de lo que verdaderamente lo tiene, la música nietzscheana.

Y dicho esto, pues añadirles que estamos a disposición del mundo para recorrerlo de bolo en bolo. No tienen más que ponerse en contacto con nosotros y buscamos una fecha y un apaño.Va totalmente en serio.

Elizaveta Parshina

En 1955 se ordenó a Elizaveta Parshina casarse con un emigrante francés y trasladarse a vivir con él a Francia. El suicidio del emigrante, enamorado de Parshina, hizo que la operación fracasara. Este suicidio la afectó mucho, porque había llegado a encariñarse con el emigrante.

A su regreso a la Unión Soviética fue detenida por la KGB nada más cruzar la frontera.

Por cierto, Elizaveta Parshina estaba casada -felizmente, supongo- con Artur Sprogis, con quien había estado combatiendo, codo con codo, en la guerra de España.

El corneta



Cuenta Erich Arendt en Los papeles de España la manera como salvó la vida un corneta republicano en la Sierra de Alcubierre. Y lo hace con cierta delectación, queriendo resaltar que en el corazón de la tragedia puede surgir de repente la ironía. Viéndose atrapado este corneta en un terreno de nadie, bajo un despiadado fuego cruzado, no se le ocurrió nada mejor que tocar la orden de ¡alto!, que inmediatamente fue acatada por los combatientes de los dos bandos, de manera que pudo volver tranquilamente con los suyos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Kolsov ante Stalin

Cuando Miguel Kolsov, el corresponsal de Pravda en la guerra civil española, volvió a Moscú, se presentó inmediatamente ante Stalin. La entrevista no fue muy amable, pero lo último que se esperaba Kolsov es que cuando se dirigía hacia la puerta, Stalin lo interrumpiera con esta pregunta envenenada: "¿Tiene usted revólver, camarada Koltsov?" Koltsov respondió afirmativamente. "¿Y no tiene usted la intención de utilizarlo para suicidarse?".

Desfiles y romerías

... y con los requetés, decía el Conde de Rodezno, hay que atenerse al concepto vaporoso y personalísimo de la disciplina, porque nosotros, los carlistas, le decía a Franco el conde, organizamos un desfile y nos sale una romería.
     –Los requetés –era la explicación de Rodezno– hacen la guerra de un modo magnífico: y, cuando después de pelear como leones, alcanzan la victoria sobre su objetivo, desertan en masa; y se van sin permiso a sus casas a ver a la novia, saludar a la familia y reportar su cargamento moral. En pura técnica jurídico-militar, cada vez que acaban una batalla victoriosa habría que formarles consejo de guerra.

Ruiz Quintano, claro

Una coexistencia se da en nosotros

Lo que para nosotros, lectores balbuceantes de Nietzsche, resulta un  problema, tenía que serlo también de manera inmediata para el mismo Nietzsche, que pretendía, por encima de todo, ser un buen lector de sí mismo o, si se quiere, un buen intérprete de sí mismo. Utilizo "intérprete" en su sentido estrictamente musical.

No debería haberme sorprendido, pues, al encontrar en en el parágrafo 369 de La Gaya Ciencia las respuestas a algunos de los interrogantes que vengo arrastrando desde que comencé con estos apuntes sobre Nietzsche y la música. 

El parágrafo se titula Una coexistencia que se da en nosotros y dice lo siguiente:
¿No tendríamos los artistas que reconocer interiormente que hay en nosotros una discordancia inquietante, que nuestro gusto y nuestra fuerza creadora tienen cada uno una extraña manera de ser y de conservarse, y que cada uno tiene un crecimiento propio? (...). Así, por ejemplo, un músico sería capaz de crear obras que estuviesen en contra de lo que sus oídos y su corazón de experto oyente aprecian, saborean, prefieren, aunque ni siquiera sintiese la necesidad de tener conciencia de esta contradicción. Como muestra una experiencia que ya resulta dolorosa de tanto repetirse, fácilmente nuestro gusto sobrepasa el gusto de nuestra fuerza creadora, sin que por ello ésta última se paralice, ni le impida producir. Pero también puede ocurrir lo contrario, y a esto precisamente quiero llamar la atención de los artistas. Un creador constante, una especie de hombre "maternal" en el amplio sentido de la palabra, que no tuviese ya otra preocupación que los embarazos y los partos de su talento, que ni siquiera tuviese tiempo de reflexionar sobre sí mismo y sobre su obra, ni de medirse con ella, que ni siquiera deseara ejercitar su gusto y que simplemente se olvidara de él, abandonándolo o dejando que se extinguiera; ese autor, digo, acabaría tal vez produciendo obras cuyo alcance no sería capaz de juzgar. De esta forma, no diría ni pensaría más que tonterías al respecto. Creo que esta es la relación que casi normalmente mantienen los artistas fecundos con sus obras. Nadie conoce peor a un niño que sus padres e, incluso, por poner un ejemplo colosal, todo el mundo poético y artístico de Grecia no "supo" nunca lo que hacía.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Veinte céntimos de culpa

En el tiempo que me duró el cortado el anciano consumió sus monedas en la pasión inútil de la tragaperras. Hurgó por todos sus bolsillos y reunió 80 céntimos. Vino hacia mí pidiéndome, como si le fuera en ello la vida, los veinte céntimos que le faltaban para un euro. Le dije que no. Se me quedó mirando como si no pudiera ser cierto lo que había oído. Me agarró del brazo y comenzó a suplicarme que por favor le diera veinte céntimos, que no es nada. Volví a decirle que no. Y se me puso de rodillas. En el bar estábamos nosotros dos y el camarero, que, sin duda para librarme a mí de aquella situación tan embarazosa, le dio un euro, que inmediatamente introdujo en la ranura de la máquina. Salí cabreado conmigo mismo, con aquel viejo y con las máquinas tragaperras, porque a la conciencia de haber actuado bien le acompañaba un extraño sentimiento de culpa.

El cochecito en el pasillo

Son essai L’Agonie des grands mâles blancs sous la clarté des halogènes (L’Éditeur) est un manifeste anti-nataliste qui exaspérera tous ceux qui se penchent avec un sourire niais sur les nouveaux-nés et qui refusent de voir que le plus sombre ennemi de l’art et de la pensée n’est autre que le landau dans le vestibule. 

 Más en CAUSEUR

What is most needed today

What is most needed today is a reexamination of Strauss’s thought that avoids the salacious gossip, distorted caricatures, and strained rationalizations that have defined many recent works on Strauss and his students. We also need a better understanding of Strauss’s relationship to the neocons. Most importantly, Strauss cannot be either refuted or defended if he has not been understood properly. Thus we have attempted to read Strauss with the kind of care that his work deserves, and we have also labored to understand and present his perspective on its own terms (i.e., as he understood it himself), eschewing the roles of either fawning toady or foaming critic. We began our study of Strauss by neither taking him for granted, as do so many of his students, nor by rejecting his premises out of hand, as do so many of his detractors. Like the great political philosophers that he studied, Strauss deserves to be examined with seriousness and respect, and we have attempted to do just that. 

Más AQUÍ

sábado, 22 de septiembre de 2012

Marinerito arría la vela

"Aquel invierno Líster estuvo en Brno para hablar en una asamblea de alumnos de las escuelas militares. (...).  Al final del acto, trataron de tocar el himno de Riego en honor de Líster, pero, por desconocimiento del idioma, el oficial encargado puso el otro lado del disco y todos los oficiales checos, y nosotros los españoles, no tuvimos más remedio que escuchar de pie, y en posición de firmes, las notas de la conocida canción popular Marinerito arría la vela que está la noche tranquila y serena."

Manuel Tagüeña, Testimonio de dos guerras

viernes, 21 de septiembre de 2012

Clío II

Me decido a llamar a Moscú. Al segundo intento me contestan en ruso, como era de esperar. Yo hablo en español (no hay otro remedio). Se pone al teléfono D.Z., que fue marido de Conxita Brufau. Comenzamos a hablar y al poco tiempo era como si nos conociéramos de toda la vida. Me da la impresión de que estoy contactando esta tarde con las personas más amables y generosas del mundo. Clío sigue recuperando la memoria y allí donde no había apenas nada comienzan a existir historias. Me falta el hijo de Mariano Brufau. Nadie contesta al teléfono cuando llamo al pueblecito donde reside, en los Pirineos Orientales (para los franceses) o en la Catalunya Nord (para los catalanes ibéricos). Está bien así. Todo no podía salir bien al primer intento.

Clío

Gracias a Ricard consigo el teléfono de la hija de Conxita Brufau. Resulta que vive en Madrid. La llamo con cierto nerviosismo. Descubro inmediatamente a una persona extraordinariamente amable con la que hablo un buen rato y que acaba poniéndome en contacto con su tío, el hijo de Mariano Brufau y, sobre todo, con su padre, David, que vive en Moscú. Tengo los dos números aquí adelante y no sé a quién llamar primero. 

Clío, la musa de la historia,es, como todas sus hermanas, hija de Zeus y Mnemósine (la memoria). Pero es la más desmemoriada de todas. Sin embargo, cuando se le antoja, puede llegar a ser generosa y amable, como un perrillo faldero. Claro que antes hay que haberse ganado su confianza.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Tres imágenes




La primera imagen se encuentra en la página 37 del libro de Carmen Parga, Antes que sea tarde. La segunda es un detalle de la primera con una ampliación de las dos mujeres de la derecha. La tercera es una reproducción del pasaporte con el que Carmen Brufau entró en México el 11 de diciembre de 1945. Ya he dicho aquí que la CIA la tuvo por la principal responsable del espionaje soviético en México. Lo que yo sospecho es que la mujer del pasaporte y la que se encuentra a la derecha de la foto son la misma y que la mujer que se encuentra a su lado es África de las Heras. Estoy consultando la cosa con las hijas de Carmen Parga.

Entre la información que me llegó ayer del AGN (el Archivo General de la Nación, de México) y una serie de pistas más, estoy a punto de recomponer un rompecabezas en el que se mezclan el espionaje, el contraespionaje, Frida Kahlo y Diego Rivera, Carmen Brufau, Helena Vázquez Gómez, África de las Heras, Teresa Proanza (agregada cultural de la embajada cubana en México, secretaria particular de Diego Rivera y amante de Frida), Caridad Mercader... y un invitado sorpresa (para mí): el pintor Josep Bartolí.

Por cierto, si alguien de Agramunt (lugar de nacimiento de Carmen) pudiera darme alguna noticia sobre sus padres, su hermano Marià (aviador de la República muerto en accidente de aviación) o su hermana Conxita... pues me dará una alegría.

Les ombres errants

Para mí, cada nuevo libro de Ferran Sáez Mateu es una fiesta, y esta novela promete ser una fiesta grande. He dicho más de una vez que F.S.M. es el mejor ensayista catalán de su generación y añadí con ocasión de la publicación de sus Vidas improbables, que era el Borges catalán. Ahora me llega esta novela y abandono inmediatamente a Georges Liébert (Nietzsche et la musique) y a Manuel Tagüeña (Testimonio de dos guerras) para lanzarme a su lectura. Miren ustedes, por personas como FSM yo siento un agradecimiento profundo a Cataluña, una tierra que me ha acogido sin reservas, sin preguntarme nunca en qué color pensaba.

Dos niños de la guerra

"Yo trabajaba de maestra en una residencia de niños españoles, situada en la calle Piragóskaya (...). Un día me esperaba en la puerta la vigilante diciendo que una niña, que a mí me preocupaba porque crecía poco y representaba menos edad de la que realmente tenía, lloraba y no quería decir por qué. Me acerqué a consolarla: '¿Qué tienes? ¿Qué quieres?...' "Un poquito de sol'... me dijo entre sollozos.
(...)
"... El hijo de un obrero asturiano que había muerto (...). Un día se negaba a ir a la escuela y tirado en la cama lloraba desconsoladamente. Fui a verlo y le pregunté qué tenía, al principio se negaba a hablar pero, cuando vio que me estaba incomodando, levantó la cabeza y me dijo: 'Es que me olvidé cómo se llama mi madre, anteayer todavía me acordaba...'"

Carmen Parga, Antes que sea tarde

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Never, never, never surrender

.. y, así, poco a poco, la cosa va comenzando a tomar cuerpo...



Ramón Mercader (o Jacques Monard o Frank Jackson) en su celda en la Penitenciaría del Distrito Federal.



Leon Trotsky, el editor catalán Bertomeu Costa Amic y dos compañeros del POUM, Manuel Martínez ("El Guapo") y Daniel Rebull Cabré ("David Rey"). Junto a ellos, Mark Sharon, Natalia Sedova, Frida Kahlo, Cristina Kahlo y Silvia Agelof (México, enero de 1937) 


Independència

Siempre he tenido la sospecha de que "independència" era en Cataluña el nombre de un género literario. Tras la manifestación del 11-S mis amigos me aseguraban que no, que la cosa iba en serio, y que había llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos. Pero los hechos, en política, se llaman correlación de fuerzas. ¿Han calibrado bien sus fuerzas los independentistas catalanes? ¿Ha sido el 11-S -y pienso en los que pueden ser sus gestores políticos- un intento de amagar para ver cuál era exactamente esa correlación de fuerzas? Las palabras del Rey no son un mero ejercicio retórico, se crea lo que se crea en las redes sociales, sino una respuesta a aquel otro ejercicio no retórico de Mas cuando dijo que una Cataluña independiente no tenía por qué ser republicana. No tengo ni idea de cómo evolucionará todo esto, pero tengo la sensación de que después de estos días de realismo mágico, el género literario llamado "independència" corre el riesgo de verse abocado a la lírica melancólica. Y la frustración no acostumbra a ser la mejor de las consejeras.

Hoz y martillo, ¡Viva Carrillo!

Le pedí a José Luis López Bulla que me ayudara a conseguir una entrevista con Santiago Carrillo y José Luis, buena gente, me puso en contacto con su hijo Jorge, pero antes me advirtió: "Dese prisa porque el hombre está para pocos trotes". Esto era el 6 de agosto pasado. "Todos los viejos leones de aquella generación -añadió- han muerto, salvo Santiago. Yo no les pude sacar nada porque siempre se cerraban en banda, especialmente en este tema y en el de Comorera".  "Este tema" ya pueden imaginarse ustedes cuál es.

El caso es que me he quedado sin entrevista.

A Santiago Carrillo se le pueden criticar muchas cosas. Mandó mucho en épocas en que la teología política sólo conocía dos movimientos dialécticos el "conmigo" y el "contra mi" y quien manda mucho en tiempos de fes inquebrantables, inevitablemente se mancha las manos y se crea muchos enemigos. Pero a mi me parece que el gesto de extenderle la mano abierta y limpia a Fraga ha de permanecer imborrable en nuestras memorias. Especialmente porque no está nada claro que podamos estar a su altura. Nosotros, que hemos vivido buena parte de nuestra vida en democracia y que no sabemos nada de cómo se vive en la inminencia de la llegada de la salvación, quizás no seamos peores que Carrillo, pero de lo que no tengo dudas es de que no somos mejores.

Descanse en paz.

Y, si me permitís la nota frívola, os contaré que llevo toda la tarde tarareando aquella canción que nos enseñó en Pamplona Mariví y que decía:
"Rosas y flores,
¡Viva Dolores!,
Hoz y martillo,
¡Viva Carrillo!"

Nos la cantó mil veces, pero nunca consiguió, a pesar de sus ruegos, que la acompañáramos en esta letanía  propia del mes de mayo.

¿Dónde paras, Mariví?

"Mi más sentido pésame", es el mensaje que le he mandado por facebook a Jorge Carrillo.
"Gracias. Un abrazo", ha sido su respuesta. 

lunes, 17 de septiembre de 2012

¡Dinamiten Montserrat!

Mientras el Dr. Carlos Díez fue el jefe de sanidad del Ejército del Este, residió en Manresa, donde había instalado sus oficinas. Su gestión es generalmente muy alabada, aunque se tiende a ignorar que el 16 de enero de 1939, ante la inminente llegada de las tropas franquistas, ordenó al Dr. Josep Riu Porta, que dirigía el Hospital Militar que se había instalado en Montserrat, que evacuara inmediatamente el edificio y a continuación lo dinamitara junto con las dependencias monacales.

Si Montserrat se mantiene en pie es porque el Dr. Riu y su comisario político, Frederic Muñoz, desobedecieron la orden de su superior... a pesar de que los explosivos ya estaban preparados para su voladura.

Ideología y vacío



El periodista Frédéric Rouvillois le dedica este emponzoñado comentario en Causeur a la candidata a la presidencia de la UMP: “En cuestiones de ideología, Nathalie Kosciusko-Morizet no le tiene miedo al vacío.” Inmediatamente lo he traducido al español, claro.

El guionista caprichoso

 I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...