sábado, 10 de abril de 2010

Más sobre Sabazio


Demóstenes nos ofrece en "Sobre la corona" alguna información valiosa sobre el culto de Sabazios:
1- Las iniciaciones se seguían de acuerdo con procedimientos establecidos en determinados libros.
2. Por la noche se vertía el vino en las cráteras que, se supone, después debían consumir los iniciados.
3. Los iniciados se ponían una piel de ciervo encima y se purificaban frotándose con arcilla y salvado.
4. Durante el rito purificartorio los iniciados estaban tumbados. Una vez purificados se alzaban y gritaban con toda su fuerza "Huí del mal y encontré el bien".
5. Durante el día las comitivas de los iniciados recorrían las calles coronados con ramas de hinojo y álamo y llevando en las manos serpientes que hacían girar sobre sus cabezas mientras gritaban "euoí, saboí" y bailaban al son de "hyés áttes, áttes hyés".
6. El que encabezaba la comitiva llevaba hiedra, la criba sagrada y otros objetos semejantes.

El sincretismo de Sabazios nos conduce hacia direcciones muy diversas, por ejemplo hacia los cultos de Men o de Attis.




Y, por supuesto, hacia el conjunto de los cultos mistéricos de raíz dionisíaca.

Añado algunas manos más a las del post anterior:


Pleven. Bulgaria
Mano de Cartagena


Mano de Roma

La mano de Pompeya


Más imágenes del caballero tracio con la mano en una posición que recuerda a los ritos de Sabazio. ¿Fue el caballero tracio el precursor tracio del culto de Sabazio?

3 comentarios:

  1. Tiempo ha me interesé muchísimo por Rodin. Tiene unas manos, humanas, sólo humanas, preciosas. Erguidas en solitario, una frente a la otra, cortado el bronze por la muñeca, siempre me habían inquietado. Como me inquieta esta colección. Definitivamente, lo dionisíaco no es mi mundo. O sí. Pero vamos a dejarlo aquí.

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  2. "euoí, saboí" es "!evohé sabboi" el hijo de Sabazio y "hyés áttes, áttes hyés"....eso es el grito del Baco-Ués,
    donde hués es Ués:cerdo,hijo,verraco.
    Attes es el nombre de Attis.
    Attis, es hijo cerdo! (ver jabalometría, capítulo 24)

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  3. Lola... y de nuevo Rilke nos sale al encuentro:

    «Manos pequeñas e independientes que, sin pertenecer a ningún cuerpo, están vivas.
    Manos que se alzan, exasperadas y malignas, manos que ladran con los cinco dedos erizados como si fueran las cinco gargantas del perro del infierno. Manos que caminan, duermen, y manos que se despiertan...»
    (Rilke, 1903

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