viernes, 16 de mayo de 2008

Adiós también a ti, John Phillip Law

Todos los que vimos -cuando puso verse- Barbarella estamos de luto. Se ha muerto el ángel ciego que Roger Vadim metió en nuestra imaginación como una melancólica compañía que ya no nos abandona ni de noche ni de día.

¿Qué verán los jóvenes de hoy día en Barbarella? Yo os confieso que por esa pluma que Jane Fonda tiene en la mano le confié mi alma al diablo. Pero pasó de mí. Y me quedé, como siempre, arrepentido de cuantos pecados nunca cometí.

6 comentarios:

  1. Mucha necrológica ¿no?

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  2. Los jóvenes que hoy vean la peli comprobarán que ya no se hacen pelis como aquellas, ni músicas como aquellas, ni... o me lo parece a mí?

    No sé porque el guapo hermano de Jane no hizo muchas pelis, me tenía loca.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. De niño, estaba fascinado por Jane Fonda. Estaba todo el día hablandode ella.

    ResponderEliminar
  5. ¿Un ángel rubiales sin una pluma?
    raro, que no imposible.
    Con un ángel como ése
    hasta yo tendría pluma.

    ResponderEliminar
  6. Arrepentido de cuantos pecados nunca cometí: fantástico, don Gregorio, fantástico.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Comer desde el reclinatorio

 I En el tren de vuelta a casa. Hace frío ahí afuera. Las nubes muy bajas, besando la tierra blanqueada por la nieve. Resisto la tentación d...