martes, 15 de abril de 2008

Símbolos

Decía Baudelaire que el ser humano es un niño desorientado en un bosque de símbolos. Desorientado –añado yo- en más de un sentido. Por ejemplo ayer por la noche conocí a un cocinero, que no es nada malo en su oficio, que se jactaba de visitar cada semana el McDonald. Tardé lo mío en descubrir que lo que este cocinero entendía por una “comida rápida” no era precisamente un BigMac.

Sala de consultas de la Universidad de Barcelona. 150.000 ejemplares de los siglos XVI al XVIII esperan al lector. Aquí he pasado yo algunos de los mejores días de mi vida. Podría incluso hablar de los efectos terapéuticos de este lugar
Ando empeñado en analizar de qué son símbolos las bibliotecas. Sólo consigo dar pasos modestos, pero no del todo irrelevantes. Por ejemplo ya voy aclarándome de cuál es el uso real de las bibliotecas públicas barcelonesas:

  • Aseos públicos. He descubierto que en una ciudad sin aseos públicos, las bibliotecas públicas cumplen ese papel perfectamente, especialmente entre los jubilados.
  • Centros de asistencia social: El personal de las bibliotecas públicas desarrolla, de hecho, una función terapéutica, oyendo todo tipo de confesiones y ofreciendo consejos existenciales.
  • Lugar para leer la prensa del día y las revistas de la semana. La pena es que no puedes comentar las noticias con el vecino.
  • Lugar para jugar con los ordenadores.
  • Lugar al que se puede ir a solicitar el libro de moda que todo el mundo ha leído pero, sobre todo, a escuchar música o a pedir un CD para copiarlo en casa.
  • Guardería infantil. Los padres han descubierto esta dimensión desconocida de las bibliotecas públicas. Y hacen abundante uso de ella, especialmente a media tarde.
  • Espacio de estudios para estudiantes de bachillerato y universitarios y, por lo tanto, de relaciones sociales.

Biblioteca de Les Corts, esta misma mañana

Lo que no acabo de entender es ni por qué ni para qué se dedican tantos recursos públicos a estos centros polifuncionales llamados bibliotecas. Me temo que son símbolos de una fe que tarda en desaparecer: la del poder liberador de la lectura. Es un fe que afecta también a los defensores de la filosofía en el bachillerato. No tengo claro que comparta ni la una ni la otra.

Volviendo este medio día a casa en tren, después de un gratísico reencuentro en la biblioteca pública de Les Corts, un mendicante moderno ha ido repartiendo estos textos entre los viajeros. Comprenderéis que no he podido resistirme a hacerle una foto.

La verdad verdadera es que hoy me había propuesto escribir sobre la ciencia como símbolo de los neonaturalistas, pero me da pereza.

Ayer, la luna a media tarde, sobre las nubes escandalosas que surcaban los cielos de Ocata a la deriva.

10 comentarios:

  1. ¿Y por qué se jactaba el cocinero?

    Lope de Aguirre

    ResponderEliminar
  2. Lope: Por la "comida rápida" semanal, obviamente.

    ResponderEliminar
  3. Horror!!! Que va a pensar la gente de los maestros de primaria????

    Con esa letra y tanta mayúscula!!!

    Ya decía yo que olvidar la caligrafía en la formacion acadèmica del profesorado era una barbaridad.

    ResponderEliminar
  4. Júlia: Lo grave es que creo que nadie el vagón dudamos de la posibilidad de que, efectivamente, fuese un maestro de primaria.
    Así están las cosas.

    ResponderEliminar
  5. Es una ardiente nota fría, cuya tinta azul muestra una gélida vida. Es impactante, imaginárselo entre los vagones, pasando de uno a otro, entre estación y estación, sin descanso y sin destino.
    Fijándome en la letra aprecio un detalle curioso: cada palabra la escribe con la letra inicial en mayúscula, como si en cada palabra le fuera la existencia, menos el término absurdo del "de". Me pregunto porqué ese "de" no osa a ponerlo en mayúscula.
    Respecto al sentido de la nota, me confirma una idea que ya había pensado alguna vez. El trabajo es un "lugar a ocupar" para el desocupado. Pero ese mismo trabajo, para el trabajador activo se convierte en un "tiempo empleado".
    Existirían dos circuitos, uno de tiempos y otro de espacios, asociados al Trabajo. La casilla vacía, es lo que dinamiza la espacialidad de la estructura del trabajo. Pero ¿qué es lo que dinamiza la temporalización del mismo? el precio de una unidad de tiempo?.

    ResponderEliminar
  6. Augusto: A mi e dejó tocado esa nota y la prueba es la foto que a escondidas le hice. Reconozco que si él hubiese estado presente no me hubiese atrevido a hacerla.

    ResponderEliminar
  7. Realment increïble lo de la la nota. Però aquest és el panorama del mestre de primària.
    El panorama de dilluns a la tarda era diferent; les nuvolades creixien com ens agradaria que ho fessin cada tarda d'abril. I entremig, la lluna en quart creixent i una mica més. Maco de veure.
    Demà agafa el paraigua.

    ResponderEliminar
  8. ¿Pero cómo puede escribir así un maestro?

    En fin, sé que es posible, la pregunta debería ser "¿cómo es posible?".

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Portorrosa: En estos casos es inevitable recurrir a Borges: Hay cosas que sólo suceden en la realidad.

    ResponderEliminar
  10. Abelunimbus: Gràcies pel consell. En faré cas.
    Les nuvolades eren un autèntic bé de Déu. M'agrada veure com es formen en intentar remuntar la Serralada Litoral, inflant-se i ennegrint-se, com s'enfilen, a vegades com una punxa de fletxa cap el mar i com, finalment, es dissolen poc a poc.
    T'ho confesso: Sempre he entès perfectament la teva dèria pels núvols.
    Què em dius de l'home que mesura els núvols?

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...