sábado, 23 de febrero de 2008

Mi gata y su mascota

Hay una extraña neblina en Ocata. Y Bacallà Salat se ha puesto melancólica. Se empeña en no dejarme ni leer ni escribir. Se sube a la mesa, se sienta sobre el teclado y comienza a refregar su nuca contra mi barbilla. Si le grito y la bajo al suelo, se enfada y me muerde los pies. Si me enfado yo, se queda en un rincón mirándome con unos ojos brillantes, profundos y melancólicos en los que poco a poco me va macerando. Cuando me tiene bien ablandado y a su merced, salta de nuevo sobre el teclado. Así no hay quien escriba un post.
Ya perdonaréis, pero hoy le voy a ceder la palabra a mi admirada Olivia y os dejo con ella. No es mala compañía en días como este, cuando afuera hace frío y adentro tu gata decide usarte de mascota.

- ¿Por qué, señor Antonio, todos los demás animales traen la cabeza baja, mirando a la tierra, y el hombre solo la trae alta, siempre derecho mirando al cielo?

- Porque como el origen y nacimiento del ánima del hombre fue del cielo, quedóse así colgando de él, y tomó su principal asiento y silla en la cabeza del hombre (como la raíz de las plantas quedó asida, al revés, en la tierra), y allí en el alcázar real le hizo el Hacedor de la naturaleza tres salas (que son tres celdas de la médula del cerebro), en las cuales hiciese sus acciones y oficios espirituales. En la primera de la frente para entender y sentir lo presente. La de en medio para imaginar y raciocinar lo ausente, juzgar y querer o aborrecer. La postrera para guardar las especies de lo ya pasado y ausente con tanto orden y tan admirable cual podréis ver en la anatomía. Allí junto a ella le fabricó cinco órganos o puertas para los sentidos

Doña Olivia Sabuco de Nantes Barrera,
Coloquio del conocimiento de sí mismo.

11 comentarios:

  1. De tanto mirar al cielo vienen los trompazos de la especie humana.

    ResponderEliminar
  2. No es justo que no le diga lo agradable que es levantarse, ir a por el café y sonreír. Torres de alta tensión saltando a la comba. Y este libro... que si no recuerdo mal se lo llevó de una casa, tras hablar de la enfermedad, el deterioro y la muerte.

    Con mi gata juntaba yo hoy a Bacallá Salat. Me ha sacado de la cama a maullido pelado.

    Sobre lo que dice la buena señora... yo miro mucho al suelo. Creo que me delato.

    besos

    ksndr

    ResponderEliminar
  3. Júlia: Sí, pero también dijo Cicerón que por alguna razón la naturaleza nos había puesto los ojos en un lugar apartado del culo.

    ResponderEliminar
  4. Kasandra: Es un lujo tenerla a usted de lectora.

    ResponderEliminar
  5. Nos está contando que Doña Olivia ya pensaba en una fenomenología ¿de naturaleza neurofisiológica?

    ResponderEliminar
  6. Don Augusto: Doña Oliva es una filósofa, así, "tout court", que busca aún quien la reivindique como se merece. Y, sí, eso es lo que estaba intentando decir.

    ResponderEliminar
  7. ¡Cuanta neurofisiología se ha escrito antes de saber que existía la disciplina! El alma pasional y el alma racional; el alma en el pecho y en el estómago, el alma aliento vital que es la vida, el alma etérea que asciende más ligera que el aire al eter, el alma que muere con el cuerpo y la que permanece eterna en la morada de los dioses, o cerca de ella.

    Luri, si le leyeras a Bacallá Salat, a la que por ser tu amiga adopto como mía -con tu permiso- ese texto, con tu tono de voz mesurado, de manera convincente, te comprendería y te dejaría trabajar. Pero tal vez, haciendo eso, fueras tu a pedirle ternuras. ¿Que pasa Bacallá Salat? ¿Es que ya no me quieres?

    ResponderEliminar
  8. Una descripción muy precisa de tres centros importantes... El intelecto discriminativo, el sentimiento del corazón y el tercero para no olvidar que somos hijos de la tierra aunque vengamos de las estrellas y queramos volver a ellas.
    Don Gregorio: bonito arco iris de cables.
    Un abrazo
    Neelam

    ResponderEliminar
  9. Luis: No hay manera... las mascotas salen como los hijos. ¿O no?

    ResponderEliminar
  10. Neelam: ¡Cómo me alegro de verte de nuevo por aquí! Quizás te interedse saber que un poco más adelane Oliva Sabuco dice que el hombre es como un árbol del revés, "por la similitud que tiene con el árbol, la raíz arriba y las ramas abajo". La raíz sería el cerebro y sus "raicillas o barbas" las papilas gustativas, que "son los poros chupadores".
    Me gusta esta imagen: El hombre es una planta racional.

    ResponderEliminar
  11. Gracias Gregorio, como siempre un placer entrar en su café. Estoy de aquí para allá con congresos,cursos, clases...
    Aunque no se me vea, casi todos los días me asomo a este entorno que tiene mil aromas, todos ellos penetrantes y enriquecedores.
    La postura sobre la cabeza (Sirsasana) que practicamos en yoga, tiene también el simbolismo del arbol invertido.
    Un abrazo.
    Neelam

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...