jueves, 22 de febrero de 2007

Once aforismos, un poema y una carta

1. Los aforismos: Homenaje a Albert Cutillas (el Sloterdijk catalán), tras escucharlo ayer en el Horiginal (AÑADIDO DEL SÁBADO 24: tras un anónimo y pulcro estirón de orejas, corrijo el lapsus calami: "ABEL CUTILLAS", no Albert):

I

El tiempo: ese enemigo mortal, matón de patio de escuela, que juega, cruel, a darnos treguas.

II

Hay quien vive como si llevara toda su vida escrita a mano en un manojo de folios mal sujetos bajo el brazo.

III

El científico en su laboratorio juega a ser profeta.

IV

La distancia crítica con la propia época es la condición sine qua non de la auténtica cultura y de la irremediable infelicidad.

V

También la vida tiene su dignidad, que tirará por la borda, claro, al mar del último suspiro. Allá donde naufraga toda conciencia.

VI

La cultura propiamente dicha es cultivo solitario del desarraigo.

VII

Tener cuerpo nos hace culpables.

VIII

La viva vivida a conciencia es un sueño.

IX

La nostalgia de la aventura es la forma de vida del jubilado ocioso. O sea, del europeo actual.

X

Quienes temen a la ética, sueñan con la orgía. Es decir, con un yo inocente, que no tenga que dar (se) cuentas (a sí mismo).

XI

Me resulta incomprensible el amor a la naturaleza. La naturaleza en su sentido más propio es la muerte viva: Mirad el festín de vida que garantiza un cadáver.

2. El poema

Cuando la Micaela,
la amiga de infancia de mi madre,
a la que enterraron sus hijos con todos sus joyas
en un ataúd blindado -a veces suceden cosas así-,
vio por primera vez el mar,
una mañana de mayo en la Concha,
-ya muy entrada en años-
no paraba de llenarse las manos
con las olas que acudían a su reclamo
quebrándose en sus tobillos hinchados
por cuarenta años de posguerra
y se decía a sí misma en voz alta:
¿Has visto, Micaela, qué cerca
está aquí el cielo,
que hasta puede cogerse con la mano?

3. La carta

8 comentarios:

  1. "Hay quien vive como si llevara toda su vida escrita a mano en un manojo de folios mal sujetos bajo el brazo."

    No se por qué pero me ha recordado a un parrafito de Baricco en "Seda". Maneras de vivir...

    "Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla.

    Habrán observado que son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra a contemplar un día de lluvia".

    Por cierto, y sin querer importunarte... ¿es confesable el motivo por el que has retirado el enlace a mi blog de tus numerosas "Blogadicciones varias"

    Un saludo

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  2. Don Andrés: ¡Mil perdones! Me imagino que con el traslado he traspapelado el enlace. Ahora mismo intento solucionar el desaguisado.

    ¡Gracias por avisarme!

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  3. ¡Maldita sea! Una vez que no voy a l'horiginal va y se presenta usted!

    ¡Me hubiera encantado saludarlo, señor Luri!

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  4. Señor Subal: Lo del saludo tiene fácil remedio.

    Pero ya que se perdió el acto le haré un pequeño resumen: Un vino magnífico; el Cassasses de Cassasses (que es mucho decir: porque así como hay actores a los que aman las cámaras, hay personas a las que aman las miradas; y si estas personas son profetas -o poetas, que es lo mismo- entonces ya tenemos epifanía); el Cutillas lo tenía mal,llevando al Cassasses de telonero, pero creo que hizo una faena lustrosa.

    Me gusta el Cutillas (aunque están muy lejos de gustarme, todos sus aforismos: hay alguno relacionado con los judíos que me chirría)porque baja al ágora, que es el lugar natural de la filosofía. Ahora que la Academia se ha convertido en un refugio de archiveros, la filosofía debe reencontrar su lugar en la calle. Para ello necesita de filósofos con sabiduría, descaro y desparpajo. Y el Cutillas tiene todo eso.

    Entre el Cassasses y el Cutillas apareció un tío que debe de tener la profesión de novio (lo deduzco por un comentario indiscreto del Cutillas) que nos lanzó un discurso excesivo. Me tuve que beber el vino de un trago por miedo a que acabara resintiéndose por la borrasca de palabras que nos caía encima. Pero le diré una cosa: el chico vale. Una retórica como aquella no se la hubiese aguantado el respetable a nadie si no hubiese intuído que el retor no era un sofista, sino... (después de diez minutos buscando el sustantivo, decido rendirme: no sé lo que era, pero lo que era, lo era con sinceridad).

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  5. No sé si se admiten peticiones en este café. Sobre todo sabiendo que aquí la bebienda está tan barata...
    Yo pruebo: señor Luri, ¿podría hacer un post sobre el Sócrates de Kierkegaard?
    No digo una tesis doctoral, tal vez ni tan siquiera una tesis, sólo una pequeña impresión intuitiva de esas que tanto abundan y tan bien construidas están en este lar.
    Un saludo, y gracias.

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  6. Fantàstica crónica! No conzoco a Cutillas, pero segurop que ha de ser difícil tener de telonera a cassasses. Además Cassasses, esto del Original li vive. Una vez interrumpió a un poeta y se puso a discutir con él... jejeje...

    Y por lo que respeta a Quer,a quien tampoco conozco, almenos no era uno de esos iluminados que aprovechando que el acto se ha acabado irrumpe en el escenario y nos recita un poema suyo de treinta-cuarenta minutos. Eso sí que es duro, amigo Luri. Pronto visitará el Horiginal un jovencito madrileño que recita muy bien. No sé si valdrá la comparación, pero es como un Pedrals madrileño. Se llama Gonzalo Escarpa. Ahí sí me encontrará, seguro.

    saludos!!

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  7. Otro: Aparco la comunicación que estoy intentando escribir para el I Congres de Filosofia Catalana ("Erotismo y prudencia", se titulará) y me pongo manos a la obra para satisfacer, con placer, su curiosidad.

    Subal: A ver si me llega la invitación. Haré lo posible por ir.

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  8. Una duda que puede parecer una obviedad, cuando no una impertinencia, pero que dada mi ignorancia, resulta razonable. ¿El nombre del Sr. Cutillas es Albert o Abel?, tómese como el aforismo de Wilde.
    Un abrazo.
    C.

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Júbilo

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