sábado, 17 de febrero de 2007

Del Espía de Mahler al gol de Sócrates

Tras el consejo del Espía de Mahler, he decidido proyectar en el café de Ocata el famoso partido entre Alemania y Grecia en el que Sócrates (sí, el hijo de Sofronisco y Fenarete y marido de Jantipa) marcó el gol más importante de su vida:


Vía: Nausicaa.

Una advertencia: Veréis que entre los alemanes juega "el Kaiser", Franz Beckenbauer. No es del todo extraño: Heidegger se extasiaba con su juego. Y, ¡qué queréis que os diga!, mejor que admirase los pies de Beckenbauer que las manos de Hitler.

8 comentarios:

  1. ¿Las manos? "El único rostro entre gentes sin rostro" afirmó en una ocasión Heidegger de él...
    C.

    ResponderEliminar
  2. Creo que fue Jaspers -y si no, Lola me corregirá- quien le recriminó que se entusiasmara por un hombre tan poco atractivo como Hitler, petulante, engolado, engreído... y Heidegger le contesto: "¿Y sus manos? ¿Se ha fijado usted en sus manos?" (es decir o esto o algo semejante, no recuerdo las palabras exactas).

    ResponderEliminar
  3. "¡La formación es indiferente por completo..., mire usted solamente sus preciosas manos!". Heidegger a Jaspers, en la biografía de Safranski, pág. 276

    Me quedé con la copla, porque la verdad es que yo suelo fijarme en las manos, es un punto de atracción o repulsión. Me he quedado con las ganas de ver las de Hitler.

    En 19933 en su "Llamamiento a los estudiantes alemanes" dice, el maestro:"Que las reglas de vuestro ser no sean principios doctrinales e "ideas". Sólo el Führer mismo es en el presente y en el futuro la realidad alemana y su ley".

    En 1960, se explica al respecto: "Si yo hubiese pensado solamente lo que se capta en una lectura fugaz, entonces el "Führer" tendría que aparecer en letras resaltadas. Pero el "es" resaltado explícitamente significa... que "ante todo y en todo tiempo los caudillos mismos son conducidos", conducidos por el destino y la ley de la historia"

    Qué cinismo, ¿no? Y en todo caso, qué insistencia en el pecado capital totalitario (según la lúcida Arendt): el determinismo, la Ley de la Historia, la negación de la posibilidad de un nacimiento de algo nuevo, etcétera.

    Tenía ganas de volver a ver ese famoso partido. (gracias espía, gracias Gregorio). Todavía no lo he hecho, pero espero que Marx siga con sus ejercicios de calentamiento en la banda.El humor, el humor nos salva. Hay que fijarse en el sentido del humor. ¿Qué cosas hacían reir a Heidegger?

    Lola

    ResponderEliminar
  4. Es cierto, mis lagunas mentales son cada vez mayores..., muchas gracias
    por la excelente explicación. Es algo más que una anécdota, sin elevarlo a categoría, las palabras de Heidegger a Jaspers parecen una inmejorable metáfora de gran parte de la sociedad alemana de la época. El humor... ¿si Sócrates dominaba el balón de esta forma después de la cicuta, cómo lo haría antes de ingerirla? es esencial. Gracias a los dos, abrazos.
    C.

    ResponderEliminar
  5. Lola, tu pregunta es decisiva: "¿Qué cosas hacían reír a Heidegger?"

    La historicidad absoluta de la existencia aleja al Dasein de todo compromiso ético. No hay otra ética que la posibilidad de responder a una oscura llamada del Ser mostrandose dispesto a seguir escuchando la llamada..

    "Pero el ser no responde", decía Levinas. Efectivamente. El ser no responde. Ante ese silencio absoluto yo me siento perdido. De ahí que me interese la propuesta de Strauss de ir más allá de este silencio recuperando las dimensiones de la voluntad nietzscheana. El hombre, a pesar de todo, es capaz de enfrentarse al fatalismo de lo histórico con dos fuerzas de su voluntad: la que le permite mantenerse fiel a la palabra dada, aunque cada día estén variando las circunstancias en que la palabra fue compremetida, y la del perdón, que nos libera del lastre del rencor. De nuevo asoma su cabeza por aquí Hannah Arendt.

    ResponderEliminar
  6. ¿Cómo es que Wittgenstein está incluido en el once alemán?
    C.

    ResponderEliminar
  7. C.: Sólo puedo compartir contigo la sorpresa. Y el seleccionador, Lutero, no parece que diera ninguna razón. ¿Quizás lo tendrían por oriundo? En cualquier caso los griegos no protestan.

    ResponderEliminar
  8. Como no puedo sumarme a la conversación sobre filosofía, tengo que limitarme a decir que el vídeo me ha parecido divertidísimo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...