lunes, 18 de marzo de 2024

El guionista caprichoso

 I

A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempre sin avisar, te encogen el corazón y te estrechan el mundo.

II

He ido al traumatólogo. En resumen: me ha recetado dos inyecciones anuales de ácido hialurónico, una en cada rodilla. En total: 600€. Ya sabía yo que esto era grave. Sin embargo con la dieta se ha mostrado escéptico: "Es buena, siempre que no reduzca la masa muscular...".

III

De lo terrible a la rodilla con esa singular solución de continuidad que se llama vida. Estaba yo pensando en el guionista tan poco versado en arte dramático que escribe nuestras vidas y me ha interrumpido otra llamada, esta vez desde Sevilla. Me invitan a que conferencie por tierras sevillanas y malagueñas. 


domingo, 17 de marzo de 2024

Silencio, se vive

 I

Hay momentos en misa en que se produce un silencio profundo y es fácil dejarse llevar por él hacia un remanso de paz. Normalmente suele haber algún niño que lo rompe con un lloro o un quejido o una palabra incomprensible. Hoy el silencio ha sido compacto. Tan compacto que uno podía sentirse flotando en él. Cuando se producen silencios así, tan hondos, tan intensos, tan vivos, uno sabe que está, exactamente, donde debe estar.

II

El día ha sido tranquilo. Sin hijos, sin nietos, y con una sopa haciéndose a fuego lento a lo largo de la mañana, porque dice mi mujer que lo mejor para mi rodilla es la sopa de huesos. En algún sitio ha leído que ha de estar hirviendo un mínimo de tres horas.

III

Hemos vuelto de misa dando un rodeo, para aprovechar las calles desiertas. Este pueblo tiene sus momentos y si se saben descubrir, te ayudan a enraizar en él.

IV

Me escribe M.C. desde Santiago: "...No me resigno a que el viento se lleve sus Bienaventuranzas da despedida, buenas para venteañeros y para octogenarios como yo. No dudo de que podrá agavillar fragmentos de libros suyos y de conferencias en que aparezca ese tratadito para educación de príncipes; incluso aunque se pierdan sus finezas galaicas de resucitar a Amor Ruibal y Pastor Díaz y aquellas sabrosas anécdotas y fábulas (mejor inclúyalas). Á. R. me ha proporcionado su dirección electrónica: la deseaba desde agosto pasado en que caminé desde Premiá a San Adrián del Besós orillando la costa; a la altura del Masnou le mandé un saludo imperceptible."

Dune

 I

Día de hacer poco y dormir mucho. Me he levantado tarde y me he regalado una siesta larga en mi sofá, con mi manta del alma, mis zapatillas, el sonido de mi tele, la luz tan familiar que entra por las ventanas y mi Agente Provocador al lado. Hay que alejarse de las cosas entrañables para poder disfrutar del triunfo de la reconquista.

II

He intentado escribir un rato, pero lo he hecho de manera forzada y se ha resentido la naturalidad de la escritura. Cuando las cosas no salen derechas, hay que dejarlas para otro día. Si intentas enderezarlas, acabas malhumorado y, finalmente, rendido.

III

He acompañado a mi mujer a ver la segunda parte de Dune. A ella le gustan estas coas. Yo, sin embargo, no acabo de entender que tienen que ver estos espectáculos con el cine.

IV
Me entero por Rob Henderson de algo que, por lo visto, decía Sarasate: "Durante 37 años he practicado 14 horas diarias, y ahora me dicen que soy un genio,"

viernes, 15 de marzo de 2024

Piedras radiantes

I

Regreso de Santiago de Compostela. Pero no se vuelve nunca del todo de los lugares en los que te has sentido como en casa. 

II

"Sí, Galicia está muy bien", me decía ayer una persona, "¡Pero está tan lejos de todo!" Lo entiendo, pero eso permite que esté muy cerca de sí misma y eso es lo que la hace más atractiva.

III

He pasado la mañana trabajando en la habitación del hotel. De vez en cuando echaba una mirada al obrero que estaba reparando el tejado. Después me ha llevado al aeropuerto todo un señor lutier. Siento una admiración profunda por las personas que hacen cosas realmente relevantes: los panaderos, los albañiles, los carpinteros, los lutiers...  El artesano es la figura mayor del humanismo.

IV

Viaje muy incómodo en avión. No me caben las piernas en estos aviones de la señorita Pepis. Si el viajero de al lado se apropia del reposabrazos, estás perdido. Almas estabuladas que como pájaros enjaulados no dejamos de mirar el cielo, ta próximo, por las ventanillas.

V

En el aeropuerto del Prat he ayudado lo que he podido a un matrimonio de ancianos que andaban completamente desorientados. Venían de Andalucía e iban para Badalona, pero esta era la primera vez que hacían el viaje en avión. ¡Qué laberíntico puede ser un aeropuerto moderno para muchas personas mayores que arrastran dos pesadas maletas!

VI


Al llegar a Barcelona, con tanto sol, he añorado la finísima lluvia gallega, cuyo destino parece ser mantener las plantas en flor y las piedras radiantes. No hay piedras más presumidas que las de Santiago.

VII

Ley moral del viajero conferenciante: haz las cosas de tal manera que te apetezca volver.

jueves, 14 de marzo de 2024

La política de capa y espada

 I

Santiago santiaguea y así encaja con mi memoria de la ciudad. Tras la sorpresa del día de ayer, hoy no hay ni rastro del azul del cielo. Orvalla, que es lo que toca. Las losas de las calles brillan como acabadas de bruñir y el musgo de las iglesias cumple a la perfección su misión de santificar la piedra. En días así hay que comer pan gallego, el más rico del mundo, a dos carrillos. Y eso es lo que estoy haciendo en el Casino.

II

Yo sabía que tenía que estar a las ocho allí. Así que quedé con que pasarían a recogerme al hotel a las siete cuarenta. Me he despertado, me he duchado, me he arreglado, he desayunado deprisa y corriendo y he salido a la puerta del hotel a esperar a que vinieran a recogerme. Como lo que pasaba era el tiempo, le he dicho al recepcionista que si alguien preguntaba por mí, le dijera que ya me había ido. Bajo el calabobos (¡qué diferencia, a favor del gallego, entre orvallo y calabobos!) he ido hasta donde tenía que ir. He llamado a la puerta y me ha abierto la mujer de la limpieza. Me ha mirado extrañada, pero como yo iba justo de tiempo, he seguido para adelante. En el salón de actos no había nadie. Entonces he caído que tampoco había nadie en la entrada. He mirado la invitación. El acto era justo doce horas después.

Y luego, in continente,

calé el chapeo, requerí la espada,

miré al soslayo, fuime, y no hubo nada.

III

Gracias Dios, que siempre protege a los débiles, acabo de conocer a alguien tan inútil como yo: incapaz de cambiar una bombilla, de arreglar un grifo que gotea, de clavar un clavo en la pared, de aprender a bailar un pasodoble, de... organizarse por el mundo sin la brújula de su mujer. Esto de encontrar un gemelo competencialmente fallido es un bálsamo para el ego herido.

IV

No sé hacer nada práctico. En una ferretería soy tan inútil como una momia, pero sé quién fue Onesícrito de Astipalea,  Lastenia de Mantinea, Zósimo de Panópolis... y me he leído las 11.000 páginas de la obra completa de Balmes y las mil y pico de La mística ciudad de Dios de Sor María Jesús de Ágreda. ¿A dónde puedo ir con este bagaje? 

V

Eso sí, he dado con la librería Couceiro. He subido al tercer piso, donde tienen los libros de viejo y me he comprado La política de capa y espada de Eugenipo Sellés (1876), más que nada por su rabiosa actualidad.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Santiago

 I

Ya está a punto: 


II
Me preguntan en una entrevista: "Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mi respuesta: Creo que se me aparecería mi madre diciéndome que no se me ocurra morirme con las manos sucias.

III
Estoy en Santiago de Compostela, bajo un cielo protector, de un azul compacto, y un sol que iba declinando serenamente, arrancando de las piedras de la catedral dorados inesperados.  Nunca la había visto tan radiante.

IV
Estoy alojado en un antiguo convento franciscano. Duermo en una celda con una ventana que da a un hermoso claustro. Como en un antiguo refectorio. Camino por pasillos interminables, etc., pero aunque el hotel es cómodo, nada de esto es genuino. El espíritu que levantó este edificio ya no está aquí adentro. Se ha perdido entre los planos de los arquitectos remodeladores.

V
En la comida pido un vino reconfortante para acompañar el bacalao y celebrar la compañía:



VI
Largo paseo con una persona que me resulta muy entrañable, Ángel Ruiz. Hablamos de lo humano, de lo divino, de don Pego y de García Máiquez e incluso nos da tiempo para ir al claustro de la catedral a rendirle un pequeño homenaje al gran Amor Ruibal:




VII
Hay días que deberíamos poder repetir.


MI Agente Conspirador

 I

Ayer vino mi Agente Conspirador y se acabó estar de Rodríguez. Me di una paliza intentando ordenar la casa para que la encontrara habitable. Pero no he podido salvar todas las plantas. En cuanto se va ella, se me suicida alguna.

II

Y hoy me voy yo para Santiago de Compostela a hablar de Las bienaventuranzas de la despedida. Ya les contaré.

III

Tengo demasiadas cosas en la cabeza. Es decir, tengo más cosas en mi cabeza que lo que da de sí mi capacidad para ordenarlas. Convivo con momentos caóticos un pelín surrealistas que, la verdad sea dicha, no me desagradan.


El guionista caprichoso

 I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...